Lo hizo al brindar su mensaje del ángelus luego de una misa que celebró en Bélgica. "Demasiadas personas siguen muriendo día tras días en Medio Oriente", dijo.
El Papa Francisco pidió este domingo un alto el fuego inmediato en Líbano y Gaza, al brindar su mensaje del ángelus tras la misa que celebró en el estadio Rey Balduino, de Bruselas. "Demasiadas personas siguen muriendo día tras día en Medio Oriente", lamentó el Santo Padre.
"Hago un llamado a todas las partes para que cese inmediatamente el fuego en Líbano, en Gaza, en el resto de Palestina, en Israel", enfatizó Francisco, ante unas 30.000 personas en el principal estadio deportivo de Bélgica. "Rezamos por las víctimas, por sus familias, por la paz. Liberen a los rehenes y permitan la ayuda humanitaria. No olvidemos a la atormentada Ucrania", agregó.
Francisco pronunció ese mensaje mientras el Ejército de Israel continúa con sus bombardeos sobre varias zonas de Líbano, luego de confirmarse la muerte del líder del grupo Hezbolá, Hassan Nasrallah. Este domingo, las autoridades libanesas confirmaron que al menos 1.640 personas fallecieron en el país tras el inicio de los enfrentamientos entre el grupo terrorista y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde el 7 de octubre pasado.
En ese sentido, puntualizaron que entre el 16 y el 27 de septiembre, fecha en la que Israel recrudeció sus ataques contra Líbano y Hezbolá, murieron algo más de 1.000 personas, incluidas unas 130 mujeres y niños, y más de 6.300 sufrieron heridas.
El Papa pidió a los obispos que "no cubran los abusos" sexuales
Durante la visita a Bélgica, Francisco volvió a expresar su profunda indignación por los numerosos casos de abuso sexual vinculados a la Iglesia y exigió a los obispos “que no los cubran" y que "se juzgue a los responsables". "No hay lugar para los abusos, ni para cubrirlos", remarcó.
”Pensamos en lo que ocurre cuando los pequeños son escandalizados, heridos, maltratados por quienes deberían cuidarlos, en las heridas de dolor e impotencia en primer lugar en las víctimas, pero también en sus familias y en la comunidad”, agregó Francisco.
Y siguió: “Con la mente y el corazón vuelvo a las historias de algunos de estos pequeños que conocí anteayer. Los escuché, sentí su sufrimiento como abusados y lo repito aquí: en la Iglesia hay lugar para todos, todos pero todos serán juzgados y no hay lugar para el abuso, no hay lugar para encubrir el abuso”.
En esa línea, Francisco fue por más: ”Pido a todos: ¡no encubran los abusos! Pido a los obispos: ¡no encubran los abusos! Condenen a los abusadores y ayúdenlos a curarse de esta enfermedad del abuso”, agregó.
Los cientos de casos de menores abusados en Bélgica por miembros de la Iglesia mantiene en shock a la población. “El mal no se puede ocultar: el mal hay que sacarlo a la luz, que se sepa, como han hecho algunos abusadores, y con valentía”, insistió el Papa.